lunes, 18 de marzo de 2019

Green book - Lo mismo sin fronteras.



Los Oscars 2019 nuevamente cayeron en controversia (que a estas alturas le beneficia más que afectarles) porque se ha premiado a lo mismo de lo mismo. En este caso, el film Green book (Una amistad sin fronteras, como le pusieron en latinoamérica) si bien es un buena producción cinematográfica, cae en los mismo clichés sobre cómo lidiar con el racismo.

La últimas cuatro o cinco películas ganadoras del Oscar han resultado una más irrelevante que la siguiente, aun así no me molestaría darle una segunda vuelta Green book, puesto que para empezar su realización es impecable. Desde la época recreada, los sets, los decorados, el lenguaje, y la música. Sobre todo ese hermoso cadillac azul, que sencillamente deslumbra en todo el film. Junto a una edición correcta en su mayoría, que si bien no es arriesgada cumple perfectamente con el lenguaje mostrado.

Las actuaciones de nuestros protagonistas son magistrales. Mortensen en en el canal perfecto desde su lenguaje, sus comportamientos, su físico (aunque no luce como el Tony Lip original), logra crear un personaje bastante entrañable y con un arco fijo. Mientras que el musulmán Alí, a pesar de que su rol en escrito es muy básico casi de adorno, el actor es capaz de convertirlo en un personaje pleno y lleno de matices que en ocasiones saca a colación detalles que el propio film no expone.

Y es aquí que tenemos el problema, no creo por el momento que los productores y realizadores hayan sido malintencionados con el filme final. Sin embargo, las controversias no se han hecho esperar, como siempre al ser una película de alguna manera histórica y biográfica no es más fiel de lo que pudo ser. Amén de posibles lecturas de familiares tóxicos y intereses monetarios (me reservo opiniones), la película por si sola se cae a causa de la eterna visión muy frívola casi caricaturesca del racismo. En donde un personaje racista (blanco casi siempre) tiene una redención a partir del convivio con una minoría, a causa de un trato monetario o laboral, y por ende nos ofrecen un discurso de que “todos nos podemos llevar bien y olvidar nuestras diferencias” que si bien suena bonito, es muy superficial en como opera el racismo. 
La película habla del famoso “green book”, un libro creado por un trabajador de postales donde expone los lugares (hoteles, restaurantes y bares) donde los negros pueden entrar y ser atendidos; desafortunadamente no hay mayor exposición del mismo salvo por unas escenas donde al personaje afroamericano no puede entrar ni al baño de los blancos. Nuevamente es el tono esperanzador en el que Tony Lip deja de ser racista al grado que su familia también deja de serlo sin explicación alguna, para tener una escena navideña conmovedora digna de comercial de Coca-cola (perdón por los spoilers). 

Por mucho que él haya cambiado, el mundo no lo ha hecho, sigue siendo igual de racista, sexista y homofóbico. Por que casi se me olvidaba, la película también expone la homosexualidad de Don, pero como siempre solo queda hasta ahí, en una escena superficial de la que nos vamos a olvidar el resto del filme.




También está el hecho que Don, no conoce de la cultura popular negra, solo está instruido en lo “blanco”. A tal grado que el personaje no siente que encaja en ninguna parte, este podría ser un tema interesante de no ser que le no es el enfoque de la historia sino Tony. El Don mostrado en pantalla, podría fácilmente sostener un filme más rico e interesante, con sus cuestiones político sociales de hacer ver otra cara de los afroamericanos en EEUU, su idea de contratar “sirvientes” de cualquier otra raza menos la suya, la manera en que demuestra su elegante dignidad frente al resto, etc. 

Así entre otros detalles hacen a Green Book (una amistad sin fronteras, ni para ir al baño) otra raya más al tigre en cuestión de narrativas raciales donde el punto de vista que importa es el de el personaje blanco que descubre el racismo el malo. Sin explorar sistemas económicos, sociales, políticos y educativos que siguen perneando ideas erróneas en la sociedad. Solo basta con ver al presidente americano actualmente, ¿el hace que la gente sea racista?, O ¿les da la confianza de serlo?

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